Como ya es tradición, nos visita nuestra Madre, colmándonos de bendiciones en este mes consagrado a su gloria, nos viene a recordar que su dulce espera pronto llegará a su fin y podremos celebrar la Navidad.
Esta Virgen de la esperanza llegó desde Chillán a nuestro liceo, en donde primero fue recibida en las dependencias de Freire, un día después estaba peregrinando a las dependencias de Balmaceda, donde aguarda la visita de todos nosotros en nuestra capilla, antes de que deba continuar con su viaje, esta vez a la ciudad de Quirihue.